Ernesto Cortés, egresado de la Maestría en Ingeniería Aeroespacial, obtuvo beca de Doctorado para estudios en universidad de Japón
En un mundo donde las fronteras parecen desdibujarse frente al avance de la tecnología, personas como Ernesto Cortés, originario de Tumaco, Nariño, se destacan por desafiar los límites y alcanzar horizontes insospechados. Con apenas 26 años, Ernesto ha trazado un camino lleno de determinación y pasión por la ingeniería, especialmente en el campo de la ingeniería aeroespacial.
Desde sus primeros años de infancia, su curiosidad por la exploración del espacio fue despertada por eventos como el lanzamiento de un rover a Marte por parte de la NASA. Este suceso marcó un antes y un después en su vida. Sobre ello, recuerda: “no sabía que eso era posible y (a partir de ese momento) me interesó aprender cosas relacionados con la robótica y el espacio”.
Un rover, según la NASA, es un vehículo de exploración diseñado para moverse y realizar investigaciones en la superficie de planetas u otros cuerpos celestes. Estos vehículos son especialmente utilizados en misiones de exploración espacial para recopilar datos científicos, tomar imágenes, analizar muestras del suelo o realizar otras actividades relacionadas con la investigación y la exploración espacial.
Con esta proyección, inició su recorrido. Ernesto ingresó en 2014 a la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá, donde se graduó en Ingeniería Mecatrónica. A pesar de que durante la carrera los caminos y las posibilidades se fueron abriendo a otros enfoques, poco después evocó nuevamente aquella motivación que lo había llevado a emprender dicho viaje; por ende, incursionó en grupos de investigación aeroespacial, sobre diseños satelitales. Así, fue como crearon junto a un equipo de trabajo de la universidad, un prototipo de satélite cúbico a pequeña escala no estándar (15x15x15 cm) conocidos como CubeSats.
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| Foto: Satélite y el banco de pruebas diseñado por el grupo de investigación durante el pregrado. Crédito: Ing. Ernesto Cortés |
En 2021, tras una conversación con un profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Valle, decidió iniciar sus estudios de posgrado en la Maestría en Ingeniería con énfasis en Ingeniería Aeroespacial, programa de la Escuela de Ingeniería Mecánica. Una oferta de las pocas en el país y que además podía encontrar en la ciudad de residencia de él y su familia desde que estaba en noveno grado de bachillerato: Cali.
“Agradezco a la Universidad del Valle, por permitirme estudiar y avanzar en mi proyecto profesional, que no es nada fácil, y más con un enfoque aeroespacial que es poco común en el país. Poder tener el privilegio y beneficio de estudiar este programa a la vuelta de la esquina, cerca de la casa de uno y no tener que desplazarse a otra ciudad, fue una gran posibilidad para hacer de esta formación posgradual una realidad” agregó el egresado de la maestría, Ernesto.
De Tumaco a Fukuoka, Japón: Beca de Doctorado
En una reciente conversación, Ernesto compartió detalles de su trayectoria y sus perspectivas futuras.
El camino de Ernesto no ha sido fácil. Originario de una región marcada por la violencia, tuvo que enfrentar desafíos junto a su familia, tras la llegada de Tumaco a Cali, en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, su determinación y capacidad de adaptación le permitieron superar obstáculos y seguir buscando conocimiento y crecimiento personal.
“En mi caso, nacido y criado en el Pacífico, se crece con muchas brechas académicas de oportunidades económicas y sociales. En las instituciones a veces ni siquiera hay profesor, no hay asientos, no hay tableros. Al enfrentarse a todo esto, sí o sí tienes que esforzarte el doble”.
De este esfuerzo, surge el más reciente logro en la carrera de Ernesto, pues fue seleccionado como uno de los beneficiarios de la beca internacional otorgada por la Oficina de Asuntos Espaciales de las Naciones Unidas. Esta beca le brindará la oportunidad de realizar un Doctorado en Ingeniería Espacial en Japón, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Kyushu en la ciudad de Fukuoka. Beca que ha sido obtenida pocas veces por colombianos, desde hace 10 años que se otorga.
En la convocatoria para la que participó, había tres becas y más de 100 aspirantes alrededor del mundo, él siendo el 102. Sobre cómo obtuvo esta oportunidad dice: “sin duda es la disciplina, no solo en el ámbito académico sino también en el ámbito laboral. Uno no puede darse el lujo de fallar o de ser perezoso con ninguna circunstancia, porque siempre fallamos todos”, esto último refiriéndose como representante de las comunidades negras y LGBTI del Pacífico.
Ernesto ve esta beca más que un logro personal; lo percibe como una oportunidad para inspirar a comunidades y minorías, demostrando que los sueños pueden alcanzarse con determinación y esfuerzo. Reconoce el apoyo recibido de organizaciones como la Asociación de la Casa Cultural del Chontaduro, la comunidad Ballroom y la Universidad del Valle, así como el respaldo incondicional de su familia, amigos y seres queridos.
Con humildad y gratitud, Ernesto se prepara para el próximo capítulo de su vida académica en Japón, viaje que emprenderá en septiembre del presente año. Su objetivo no solo es adquirir conocimientos técnicos, sino también contribuir al desarrollo social y económico del país al regresar y compartir su experiencia y conocimientos con su comunidad.
El ejemplo de Ernesto Cortés nos recuerda que no hay límites para aquellos que se atreven a soñar en grande y trabajar incansablemente por sus metas. Su historia inspiradora nos invita a desafiar las fronteras del conocimiento y explorar nuevos horizontes, impulsados por la pasión y la determinación.
Para esta nueva etapa, la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Valle expresa su orgullo y los mayores de los éxitos para nuestro egresado.


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