Cacao de alta pureza, en busca de nuevos mercados

Foto: Profesor e Investigador Jhony Benavides, Egresado del Programa Académico de Ingeniería Agrícola. Crédito: Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Ingeniería

Investigadores de varias universidades llevaron a cabo un estudio que buscó determinar los niveles de cadmio, un metal pesado tóxico para el consumo en humanos, en plantaciones de cacao en Colombia. El estudio se realizó en la Sierra Nevada de Santa Marta, en 30 granjas. Resultados podrían influir en la manera cómo pequeños y medianos cultivadores comercian dicho producto.

Una oportunidad para seguir investigando el cacao

Pese a que la calidad del cacao que se cultiva en Colombia y Latinoamérica es conocida por ser de las mejores a nivel mundial, la existencia de niveles de cadmio, un metal pesado tóxico para el consumo humano, en estos cultivos ha cerrado las puertas para su comercialización a mercados extranjeros ubicados en Europa, impidiendo que este producto llegue a mercados con alta demanda.

Por esta razón, investigadores como Mark Guiltian y Siela Maximova, de la Universidad de Pensilvania, en asocio con organizaciones como USAID, y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), lanzaron el programa “Cacao por la Paz”.

Como resultado de este proyecto, se invitó a una serie de investigadores a realizar estudios de posgrado que tuvieran relación con la materia.  Jhony Benavides, graduado de la Universidad del Valle en Ingeniería Agrícola y quien hizo parte del grupo de investigación ILAMA por años, fue uno de ellos. Corría el año 2017 cuando Benavides obtuvo una beca Fullbright para el Desarrollo Agrícola y Rural, en el marco del proyecto de USAID, lo que le permitió estudiar su maestría -y, con el tiempo, su doctorado- en la Universidad de Pensilvania, bajo la dirección del profesor e investigador Patrick Drohan.

“La idea de ese proyecto era llevarse a cuatro colombianos -esa fue una primera cohorte- de diferentes especialidades en agricultura para promover el cultivo de cacao en Colombia y sobre todo para tratar de encontrar soluciones a un problema inmenso que hay con el cacao colombiano y latinoamericano”, cuenta el profesor Benavides, aclarando que este problema tenía que ver con la existencia de cadmio en las plantaciones, que en el continente se presenta de manera natural dado lo susceptible que es este cultivo a la presencia del metal pesado.

“Usted tiene su cacao en un suelo que tiene cadmio, que puede ser natural o añadido por diferentes razones, y la planta va a absorber el cadmio y lo va a transportar a toda su estructura, incluyendo las semillas del cacao”, explica Benavides, y añade que esto se convierte en una problemática debido a las restricciones provenientes de Europa, lo que le está cerrando la puerta a un cacao cuya calidad, según dice, lo sitúa dentro del 5% más fino del mundo.

El estudio y sus hallazgos

El estudio, entonces, se realizó desde los meses de marzo y abril de 2019 con un equipo conformado con profesionales de distintas partes del mundo, entre los que estaban Daniel Guarín, Javier Martín-López, Zamir Libohova, Siela Maximova, Mark Guiltian, John Spargo, Mayesse da Silva y Alejandro Fernández. El resultado final fue publicado en febrero de 2024 en la revista Geoderma Regional, de la Universidad Estatal de Pensilvania. 30 granjas fueron su objeto de estudio, adonde se dirigieron algunos de los investigadores durante una semana, en la que se dedicaron a recolectar las muestras que serían enviadas luego a un laboratorio en los Estados Unidos.

“Yo apoyé, desde mi perspectiva de científico de suelos y desde la experiencia que tuve en la maestría, a lo largo de la escritura y la validación de los datos”, recuerda el profesor Benavides, aunque aclara que en el proceso de investigación y análisis de los resultados intervinieron los saberes de todos los investigadores.

Los resultados mostraron que, en promedio, en el norte de la Sierra Nevada de Santa Marta existen bajas concentraciones de cadmio en el suelo, aunque hubo algo que los inquietó: se encontró mucho cadmio en las hojas del árbol de cacao. Según el profesor Benavides, esto puede resultar peligroso, pues se produce un ciclo que favorece la permanencia del cadmio en el suelo de las fincas donde se siembra cacao: se traslada desde los residuos de las hojas mismas del árbol de cacao hacia el suelo, donde las plantas las vuelven a absorber. “Es muy complejo romper ese ciclo”, reconoce.

El estudio también mostró que la absorción que las plantas de cacao hagan del cadmio dependerá de la variedad sembrada. Siendo Colombia un país en donde no se cultiva el mismo tipo de cacao en todas las zonas, este hecho ha movilizado investigaciones encaminadas a determinar cuáles son las variedades menos susceptibles al cadmio. Dichas variedades se hicieron presentes en el estudio.  “Hay una variedad muy significativa entre cada una de las fincas. No todas tienen las mismas concentraciones. Es también muy interesante, porque no se puede generalizar”, apunta el profesor Benavides.

El impacto social a futuro

Gracias al trabajo realizado con anterioridad por los profesores Maximova y Guiltian, la relación que se estableció desde un principio con la comunidad fue amena, lo que contribuyó a la investigación. “Cuando se decidió a hacer ese viaje, ya a las comunidades previamente se les había dado un aviso, se les dijo que íbamos a ir, se les socializó. No fue abrupto. Hubo un trabajo previo”, recuerda el profesor Benavides. La consciencia que entre productores de cacao hay actualmente sobre la problemática que supone los niveles de cadmio fue otro factor determinante. Aunque la presencia de los investigadores fue vista con incomodidad en un primer momento, luego la relación se dio desde la aceptación de que esta era una oportunidad inmejorable para abrirse a nuevas perspectivas, esta vez más amplias, sobre el fenómeno, lo que haría posible una ruta de salida a dicha problemática.

Aunque, por esta problemática el mercado en Europa sigue potencialmente restringido para productores de cacao en Colombia y Latinoamérica, el profesor Benavides cree que el mercado interno puede convertirse una opción viable, que vale la pena explorarse en adelante. “Yo pensaría que, si bien hay un problema con la comercialización en Europa, también habría que pensar más cerca, como con una lupa, pues aquí en Colombia nos hace mucha falta el cacao”, afirma, y explica que, aunque efectivamente existen dichos niveles de cadmio en estas plantaciones, la concentración no es suficiente para producir un peligro en el organismo de quienes lo consumen.

“Uno para intoxicarse con cadmio presente en el cacao colombiano o latinoamericano tiene que consumir kilogramos de ese cacao diario, y eso ni siquiera nosotros, que estamos acostumbrados culturalmente”, son sus palabras.

Estudios como este demuestran el potencial de nuevos mercados para productores en Colombia, y buscan mirar con detalle las características de los productos, para presentarlos a nuevos mercados y así contribuir al bienestar y crecimiento de la industria nacional y regional.

Si le interesa contactar al investigador o conocer más sobre el proyecto, escriba a la Oficina de Comunicaciones Facultad de Ingeniería: comunicaingenieria@correounivalle.edu.co


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