Debido a su ubicación geográfica, el Valle del Cauca se sitúa en una región con una alta probabilidad de sufrir catástrofes asociadas a movimientos sísmicos. Conscientes del riesgo latente que enfrentan diversas comunidades, especialmente aquellas ubicadas en zonas de ladera, un proyecto interfacultades ha sido concebido con el propósito de educar a estudiantes en los grados 10 y 11 sobre los mecanismos de mitigación de riesgos en edificaciones. El objetivo primordial de esta iniciativa es fomentar la conciencia comunitaria acerca de la importancia de adoptar buenas prácticas constructivas. Se trata de un proceso educativo cuyo impacto positivo podría traducirse en una mejor calidad de vida y en la reducción de la construcción informal.
Sobre la importancia de la palabra “conciencia”
Este proyecto surge en el año 2022 como respuesta a una convocatoria interna, en la que se unieron las Facultades de Ingeniería y de Artes Integradas de la Universidad del Valle. Con la idea de generar conciencia y de reconocer el aporte que tiene la ciencia frente a estos temas, decidieron llamarlo “ConCiencia Sísmica”. La palabra “ConCiencia" subraya la necesidad de que la comunidad comprenda estos peligros y tome medidas para mitigarlos.
Según el Profesor Daniel Gómez, de la Escuela de Ingeniería Civil y Geomática y coinvestigador del proyecto, la idea surgió de la necesidad de establecer un vínculo más estrecho entre la academia y la sociedad. “Nuestro objetivo era crear un proyecto con un impacto directo en la comunidad. Queríamos alejarnos un poco de la rigidez técnica de las aulas de clase y los laboratorios", explica.
“El propósito es educar a jóvenes que quizás no estén familiarizados con el campo de la construcción y la ingeniería, y comenzar a involucrar a la comunidad desde una edad temprana", explica la profesora de Arquitectura, Sandra Villamizar. Se busca transmitir los conocimientos y conceptos característicos de estas disciplinas en un lenguaje claro y didáctico que facilite su comprensión. Con este fin, hemos desarrollado un taller lúdico con un enfoque teórico-práctico, con la esperanza de captar la atención de los estudiantes de colegio.
Enseñando mediante actividades lúdicas
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Monitores integrantes de ConCiencia Sísmica armando las estructuras que presentarán a los estudiantes de colegios. Crédito: Édgar Bejarano, Oficina de Comunicaciones, Facultad de Ingeniería. |
En la componente teórica de “ConCiencia Sísmica", se plantea una breve presentación destinada a abordar los conceptos fundamentales que deben considerarse desde la ingeniería y la arquitectura al construir edificaciones seguras. Entre los temas que se tienen previstos para exponer a los estudiantes se encuentran las placas tectónicas, los efectos de los movimientos sísmicos y los tipos de configuraciones estructurales más susceptibles a estas amenazas. Además, se destacarán los eventos sísmicos más relevantes a nivel nacional y local, como el sismo de Popayán en 1983, el sismo del Eje Cafetero en 1999 y el sismo de Pizarro en 2004 fuertemente sentido en Cali.
Tras la fase teórica, el proyecto avanza hacia una etapa práctica que involucra la elaboración de modelos en 3D de edificaciones por parte de los monitores que hacen parte del proyecto. Estos modelos se diseñan mediante el software Rhino y se fabrican utilizando filamentos de poliácido láctico (PLA) en una impresora 3D. Los elementos utilizados abarcan losas, columnas, vigas y uniones, entre otros. Este ejercicio práctico proporciona a los estudiantes de colegio la oportunidad de interactuar con representaciones físicas de edificaciones, lo que les ofrece una comprensión más tangible de los conceptos previamente abordados en la parte teórica del taller.
Los participantes del taller tendrán la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos mediante una actividad lúdica que simulará una competencia en el aula. Se le proporcionará a cada grupo un simulador sísmico manual, junto con unos pitillos, cinta y tijeras. Posteriormente, se les planteará el desafío de construir una estructura capaz de resistir sismos con diferentes intensidades, mientras que los modelos contendrán errores estructurales que deberán resolver según sus criterios. Además, contarán con una ruleta que les permitirá simular compras de materiales y/o quitar elementos a sus competidores. Gracias a los mecanismos desarrollados en cada simulador, los estudiantes podrán realizar pruebas de resistencia por sí mismos. Al final, se llevará a cabo una prueba en la que se aplicará un sismo de mayor intensidad, y el grupo ganador será aquel cuya construcción resista este sismo y se mantenga en pie al final. Este enfoque práctico y competitivo no solo fomenta la aplicación de los conocimientos teóricos adquiridos, sino que también promueve el trabajo en equipo y la resolución de problemas en un entorno simulado de la vida real.
“Esta es una forma simple de comprobar si realmente han comprendido el mensaje. La importancia de una construcción adecuada, la necesidad de principios básicos sólidos y cómo llevarlos a la práctica", resume el profesor Daniel Gómez. Además, añade que se realizará una encuesta antes y después del taller para evaluar los conocimientos previos y el nivel de conocimiento adquirido.
La apuesta por un trabajo interdisciplinar
Como parte de un enfoque que valora la integración de saberes provenientes de diversas disciplinas, este proyecto de investigación es liderado por el profesor Gerardo Castañeda de la Escuela de Arquitectura, junto a la profesora Sandra Villamizar y el profesor Daniel Gómez de la Escuela de Ingeniería Civil y Geomática. El equipo también está conformado por estudiantes de Ingeniería Civil como Danny Alejandra Melo Zuluaga, Maia Catalina Insuasty Gonzales, Natalia Hernández Viedman y Miguel Andrés Jiménez; David Monje de Arquitectura y Andrés Juan Maturana Velásquez de Ingeniería Electrónica, quienes se han vinculado en calidad de monitores conforme a las necesidades del proyecto.
La naturaleza de este proyecto ha brindado a los estudiantes la oportunidad de participar en un trabajo interdisciplinario, enriqueciendo así su formación académica, un aspecto que es reconocido dentro del grupo de investigación. “Hoy en día, la vida es interdisciplinaria. Uno puede ser ingeniero civil, pero ante un proyecto necesita colaborar con profesionales de otras disciplinas para llevarlo a cabo", concluye el profesor Gerardo Castañeda. Además, añade que esta oportunidad se traduce en una experiencia gratificante de interacción académica, donde los estudiantes pueden aprender y crecer al trabajar en equipo con personas que tienen diferentes perspectivas y conocimientos.
La perspectiva de algunos estudiantes refleja el valor que este proyecto ha aportado en su trayectoria académica. “Mi experiencia ha sido sumamente gratificante. He aprendido muchísimo", expresa Danny Alejandra Melo Zuluaga. “Trabajar con mis compañeros ha sido muy enriquecedor. Durante nuestras conversaciones sobre el proyecto, compartimos ideas y propuestas, y lo que hemos logrado ha sido el resultado del esfuerzo conjunto de todos nosotros". Sus palabras resaltan la importancia del trabajo en equipo y la colaboración para alcanzar metas significativas.
El proyecto, que comenzó a principios del año pasado, tiene previsto iniciar los primeros acercamientos con colegios durante el segundo semestre de este año. A partir de esta experiencia inicial, se planea continuar trabajando en futuras convocatorias para alcanzar a una mayor parte de la población estudiantil, incluyendo las demás sedes de la Universidad del Valle. Este enfoque estratégico permitirá expandir el impacto del proyecto y llegar a más estudiantes, promoviendo así la conciencia sísmica y fomentando prácticas constructivas seguras en un público más amplio.
Si le interesa contactar a los investigadores o conocer más sobre el proyecto de investigación, escriba a la Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Ingeniería: comunicaingenieria@correounivalle.edu.co
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