“Caracterización de Estrategias de Persistencia y Resiliencia Socioecológica en Fincas Tradicionales Afrocampesinas de Padilla-Cauca”: ingeniería al servicio de las comunidades

María Camila Cambindo Mezu, estudiante de Maestría en Desarrollo Sustentable. Crédito: Édgar Bejarano, Oficina de Comunicaciones Facultad de Ingeniería.


En las últimas décadas, la expansión acelerada del monocultivo de caña de azúcar en el suroccidente del país ha provocado cambios profundos en las prácticas socioeconómicas, culturales y ambientales de los sistemas agrícolas tradicionales que conforman la zona plana del norte del departamento del Cauca. 

En un esfuerzo por integrar la ingeniería en el ámbito de la justicia social una investigación se propone analizar los impactos del cultivo de la caña de azúcar en territorios afrocampesinos y destacar las estrategias mediante las cuales las comunidades nortecaucanas intentan preservar el legado de sus ancestros. Sus hallazgos ofrecen una perspectiva amplia sobre la diversidad y complejidad de los sistemas agrícolas tradicionales, los cuales han demostrado habilidad para adaptarse a la presencia de nuevas plagas y enfermedades, al cambio climático, a la globalización y, más recientemente, a la incorporación de tecnologías y tendencias actuales. 

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El regreso al lugar de origen 

María Camila Cambindo Mezu, ingeniera agrícola graduada de la Universidad del Valle, ha encontrado en sus raíces una guía invaluable para aplicar una ingeniería más cercana y relevante a las realidades de las comunidades. Aunque nació en la ciudad de Cali, su familia es oriunda del municipio de Padilla, al norte del Cauca. Es en este lugar donde, mediante su investigación en la Maestría en Desarrollo Sustentable, dirigida por el docente e investigador del grupo de investigación IREHISA y coordinador del Doctorado en Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad del Valle, Yesid Carvajal Escobar, se siente completamente en casa, gracias a la cálida acogida por parte de la comunidad. 

Su investigación tiene como propósito caracterizar y destacar las estrategias de persistencia y resiliencia socioecológica que las familias afrocampesinas del municipio de Padilla, Cauca, han implementado durante los últimos treinta años para conservar y proteger las pocas fincas tradicionales que aún perduran ante la expansión agroindustrial del monocultivo de caña de azúcar. Esta iniciativa surgió de sus frecuentes visitas a Padilla, donde pudo observar directamente los cambios provocados por este cultivo, proporcionándole un reto propicio en su entorno para llevar a cabo su estudio en el ámbito de la sustentabilidad. El regreso al municipio como investigadora fue recibido con entusiasmo. "Uno se siente muy acogido en el pueblo, es una comunidad maravillosa. Valoran enormemente que quienes han dejado el territorio regresen con conocimientos, prácticas y nuevas propuestas, pues muchas veces se carece de eso”, comenta la investigadora. 

Este interés por poner la ingeniería al servicio de la comunidad se remonta a sus épocas de estudiante de pregrado. María Camila recuerda haber cursado la electiva “Participación Comunitaria en Proyectos de Riego”, impartida por la profesora Mariela García Vargas del Instituto CINARA, donde el aspecto social tiene un papel fundamental. Las prácticas de esta asignatura se llevaban a cabo en el municipio de Jamundí, y la profesora les hacía notar a sus estudiantes –entre ellos María Camila– la importancia de comprender y conocer profundamente las necesidades de la comunidad, antes de generar adelantos en materia tecnológica. “Eso quedó inmerso en mi mente”, recuerda María Camila, y añade que, desde entonces, se fijó la meta de desarrollar proyectos de ingeniería con un alto sentido social y étnico, orientados a ser útiles y beneficiosos para las comunidades que día a día trabajan por la construcción de paz en el país. 
 
Para ello, planteó su investigación, cuyo eje central gira alrededor de la agroecología, enfoque cuyo término contemporáneo se remonta en los años 70, aunque sus fundamentos teóricos y prácticos son tan antiguos como los orígenes de la agricultura. La agroecología propone prácticas alternativas al modelo capitalista dominante, priorizando los métodos agrícolas tradicionales y autóctonos de cada territorio –no solo para mitigar el cambio climático, sino para producir alimentos sanos para toda la humanidad–.  Según la univalluna, “más que una ciencia es una práctica, un movimiento social y político. La finca tradicional busca la diversificación de los cultivos respetando y promoviendo la identidad cultural de las familias afrocampesinas que habitan en ella (sus historias, tradiciones y conocimientos ancestrales que merecen ser valorados y preservados)”. Esta ha sido la piedra angular de su investigación. 

El trabajo con las comunidades 

Actividades realizadas en visitas de campo al municipio de Padilla, Cauca. Crédito: archivo investigadora.


Durante las visitas de campo realizadas como parte de su proyecto de investigación, María Camila ha podido observar personalmente los impactos del cultivo de la caña de azúcar en el municipio de Padilla, Cauca. Los cambios son evidentes en el paisaje, el deterioro de las vías de comunicación y en los tipos de cultivos que ahora predominan. Este último aspecto representa un cambio notable respecto a décadas anteriores en la región. "En Padilla alrededor de los años 1930 existía una gran diversidad de cultivos y un territorio rico en fauna y flora. El estudio está evidenciando que, con la introducción del monocultivo de caña de azúcar, todo eso comenzó a cambiar, alterando profundamente las prácticas agrícolas tradicionales de la zona", comenta la maestranda.

Para María Camila, las fincas tradicionales desempeñan un papel crucial en el valle geográfico del río Cauca, pues, además de representar y fomentar la diversidad de estas zonas, promueven métodos agrícolas sustentables tanto para los habitantes como para el medio ambiente. Por esta razón, estas fincas tradicionales se convierten en el foco principal de su estudio. Gracias a la cercanía con la comunidad, se enteró de la existencia de una organización que agrupaba varias fincas de la región, y de inmediato buscó establecer puentes de comunicación para trabajar con ellos.
  
La asociación, llamada “ASOFINTRA – Asociación de Finqueros Tradicionales de Padilla Cauca”, actualmente está integrada por 36 personas propietarias de fincas tradicionales dentro del municipio de Padilla, Cauca, aunque en el pasado llegó a contar con más de 60 integrantes, la mayoría de ellos personas de edad avanzada. Fueron ellos quienes vieron en la investigación adelantada por la maestranda una oportunidad para ser escuchados.
  
María Camila realizó su estudio con este visto bueno proporcionado por la comunidad, utilizando herramientas y técnicas de investigación como entrevistas semiestructuradas, divididas en ocho temáticas. 1) información general (que incluyó el nombre, apellido, edad, ubicación, nombre del predio, documentos de titulación y conformación del núcleo familiar); 2) persistencia (que estableció los motivos por los cuales los finqueros tradicionales permanecen en el territorio); 3) transformación paisajística (que respondió a cómo percibe la población el cambio ejercido en el territorio tras la llegada del cultivo de la caña de azúcar); 4) Finca tradicional (que percibió el estado actual de las fincas tradicionales con  el uso de huertas caseras, semillas nativas, cría de animales, prácticas culturales, distribución de tareas agrícolas y empleo de biopreparados); 5) aspectos de tipo institucional y organizativo (que buscó determinar si pertenecen a alguna organización y si existe algún tipo de confianza institucional entre las entidades responsables de los temas agrarios y rurales del departamento y del municipio); 6) económico (sobre excedentes de producción, flujos de comercialización, disponibilidad y demanda de jornaleros, costo de mano de obra y ventas); 7) estrategias de vida (que respondió a la preocupación por el futuro de las fincas tradicionales y relevo generacional); y 8) aspectos de costumbres culinarias derivados de las actividades productivas generadas dentro de las fincas.
 
El camino a esta investigación, sin embargo, no ha sido fácil. Dado que algunas de estas fincas están distantes unas de otras, el desplazamiento hasta dichos lugares se ha convertido en un reto para la maestranda María Camila Cambindo Mezu. Hasta el momento, se han entrevistado 17 personas que hacen parte de fincas tradicionales en el municipio de Padilla, Cauca.  

Lazos fortalecidos 

Una vez concluida la fase de trabajo de campo, la investigación se encuentra en el proceso de sistematización de la información, que ya ha revelado algunos resultados significativos: “Defender, recuperar y conservar la tierra, la finca tradicional y el territorio es una precondición de todo proceso agroecológico. Esto se ve reflejado en la respuesta política con que las comunidades afrocampesinas del norte del Cauca crean autonomía y comunalidad mediante el trabajo colectivo, la reciprocidad, el diálogo de vivires y la creación de espacios de juntanza” aclara María Camila.  

Además de documentar el impacto en las dinámicas tradicionales de la población debido al uso extensivo de tierras para el manejo del cultivo de la caña de azúcar, la investigadora identificó una necesidad urgente: la falta de un mercado propio accesible para que estas comunidades (los finqueros tradicionales) puedan comercializar sus productos.
 
"Es muy difícil porque muchas de estas familias viven por fuera del casco urbano, y no tienen un medio de transporte propio que les permita desplazarse hacia los distintos mercados locales presentes en la región, ya sea en localidades como Puerto Tejada, Miranda o Corinto", explica la maestranda, "por tanto, es fundamental desarrollar nuevas estrategias de comercialización que les permita vender sus productos, sin intermediarios, y contar con el apoyo institucional y la preferencia de los consumidores locales hacia los productos de la finca tradicional". 

En ese sentido, el trabajo de investigación cumple un rol complementario, que contribuye al fortalecimiento de estos procesos, y que tiene que ver con la visibilización de dichas necesidades, encontradas como resultado de las visitas, talleres, entrevistas, encuestas y diagnósticos participativos hechas hasta ahora, lo que se aúna al reconocimiento por parte de ellos en su papel dentro de la región.
  
“Lo más importante es el empoderamiento de ellos, de sentirse orgullosos de que son finqueros tradicionales, que están haciendo las cosas como no todo el mundo las hace, que tienen una manera de pensar distinta, enfocada en la conservación de los territorios y los ecosistemas”, dice María Camila, y añade que se comprometió con la asociación en  ayudarles con  la parte organizacional, de tal manera que puedan contar con la información sistematizada, de cara a futuras postulaciones en proyectos de categoría  nacional e internacional. 

Finqueros integrantes de Asofintra en mercado agroecológico realizado el pasado 16 de junio en Padilla, Cauca, para exponer los productos de las diferentes fincas tradicionales. Crédito: archivo investigadora.
  
El haber hecho esta investigación en el lugar de donde es oriunda su familia ha afianzado los lazos entre unos y otros. “Yo me siento ya como una hija más, una nieta más de ellos, porque muchos son abuelos. El amor que he sentido de parte de ellos ha sido muy gratificante para mí. Yo voy y se les iluminan los ojos, y me reciben con un abrazo afectuoso. Los vínculos han sido desde el respeto, el cariño y la fraternidad”, resume María Camila. Según dice, está satisfecha por la manera en que le ha apostado desde su profesión a un ámbito de ingeniería social, ya que ha sido un proceso enriquecedor tanto persona como profesionalmente.  

"Me he vuelto una mujer más sensible hacia las cuestiones comunitarias, hacia los desafíos y las luchas de nuestras comunidades. Este proyecto ha profundizado en mí, el dolor y la valentía de mi pueblo", expresa la investigadora María Camila Cambindo Mezu.

Si le interesa contactar a la estudiante de maestría o conocer más sobre la investigación, escriba a la Oficina de Comunicaciones Facultad de Ingeniería: comunicaingenieria@correounivalle.edu.co.

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