El Proyecto AMORE: contrarrestando el efecto de la congestión del tráfico en el traslado a los servicios de salud, cuando el tiempo de traslado es crítico

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Luis Gabriel Cuervo, investigador principal del proyecto AMORE. Crédito: Jhon Gamboa, Oficina de Comunicaciones, Facultad de Ingeniería.


El proyecto AMORE se centra en contrarrestar los efectos de la congestión vehicular en los tiempos de traslado a los servicios de salud críticos. Este proyecto busca reducir los tiempos de viaje, especialmente durante las horas de mayor congestión, para mejorar el bienestar y la economía de quienes requieren atención médica urgente o aquellos que necesitan acceder repetidamente a servicios ambulatorios a largo plazo. El objetivo último es que la población de Cali logre acceder a los servicios en tiempos razonables y sin incurrir en penurias económicas.  

En aquellas emergencias médicas en que cada minuto cuenta, demoras en la atención indispensable puede tener consecuencias graves, como complicaciones, secuelas, una recuperación más lenta, o incluso la muerte. Por ejemplo, un retraso en la atención de un infarto cardíaco, un accidente cerebrovascular o una arritmia puede ser fatal. Por eso, es fundamental que los pacientes lleguen prontamente al centro especializado que ofrece el tratamiento necesario. 

Para los pacientes que dependen de tratamientos ambulatorios prolongados, como la hemodiálisis, la rehabilitación o tratamientos oncológicos como la quimioterapia o la radioterapia, el tiempo de traslado es igualmente importante. Los viajes repetidos a estos servicios representan costos que pueden agotar los recursos familiares y afectar su calidad de vida. 

Expertos colombianos ha consolidado un grupo colaborativo a nivel internacional y ha  desarrollado una nueva metodología para medir el impacto del tráfico en el acceso a los servicios de salud. Esta metodología reúne datos abiertos con información de los servicios, las viviendas y la población y los integra con macrodatos (big data) de los tiempos de viaje proporcionados por aplicaciones móviles.  

Así puede:  

(1) medir los tiempos de viaje de cada vecindario al servicio con menor tiempo de traslado, y reflejarlo en mapas de calor (coropletas) según la duración del viaje. Estos mapas se ajustan según el nivel del tráfico y los tiempos de viaje resultantes, y presentan los de la población que puede alcanzar los servicios según la duración del trayecto. Esto se hace usando descriptores sencillos. Por ejemplo, el número de personas, mujeres o menores de cinco años que puede llegar a un servicio de urgencias de alta complejidad en 15 minutos o menos. Estos gráficos y estadísticas son fáciles de comprender y compartir, facilitando el diálogo entre quienes contribuyen a la planificación urbana y de servicios. También se presentan en plataformas interactivas en la web, permitiendo modificar los parámetros y explorar escenarios, dejando que los datos hablen por sí mismos.  

(2) Anticipar el impacto de agregar servicios en los uno o dos sectores de la ciudad que optimizarían la accesibilidad, logrando el mayor beneficio para toda la población, aportando una idea general de la demanda que puedan tener los nuevos servicios, y reflejando en el mapa de colores y las estadísticas descriptivas el beneficio esperado 

Además de ilustrar claramente los tiempos de viaje, los colores buscan facilitar un objetivo común entre todas las partes: propender por lograr una ciudad verde, es decir, en donde todos sus residentes tengan servicios al alcance en tiempos razonables.  

Gráfico aportado por el Proyecto AMORE. Datos disponibles en: Dynamic Measurements of Geographical Accessibility Considering Traffic Congestion Using Open Data: A Cross-Sectional Assessment for Haemodialysis Services in Cali, Colombia. The Lancet Regional Health - Americas 34 (Junio 1, 2024): 100752. 

La metodología, orientada a mejorar la cooperación intersectorial, fue probada en Cali con la participación de expertos en salud pública, ingeniería civil y geomática de la Universidad del Valle.  

Durante el XXVI Simposio de Investigaciones en Salud, organizado por la Universidad del Valle, el 18 de octubre se presentó el foro “Posicionemos a Cali a la vanguardia del enfoque estratégico de salud urbana de la OMS” donde se presentaron los hallazgos del proyecto. En esta sesión, servidores públicos, académicos, investigadores, pacientes y organizaciones civiles discutieron cómo los resultados del estudio pueden ayudar a crear una ciudad más equitativa y orientada a la salud para todos 

En esta sesión participaron servidores públicos, la academia, los investigadores, pacientes y organizaciones civiles involucradas en la planificación urbana y de servicios, para explorar cómo aprovechar los resultados del estudio en la creación de una ciudad más equitativa y orientada hacia la salud para todos.  

Los datos del proyecto son especialmente relevantes para el Plan de Ordenamiento Territorial en revisión, pues proponen soluciones prácticas para mejorar los tiempos de traslado a los servicios de salud. Con tráfico pesado, la mayoría de los caleños no puede llegar a un servicio de urgencias de alta complejidad en menos de 15 minutos, especialmente desde las zonas periféricas y el este de la ciudad. La accesibilidad a los servicios de hemodiálisis o radioterapia también es baja para gran parte de la población, incluyendo la gran mayoría que vive en vivienda de estratos económicos bajos. Sin embargo, la situación podría mejorar radicalmente con la adición estratégica de servicios.

Accesibilidad a servicios de urgencias de alta complejidad en el plazo de 15 minutos. Fuente: Dynamic Accessibility by Car to Tertiary Care Emergency Services in Cali, Colombia, in 2020: Cross-Sectional Equity Analyses Using Travel-Time Big Data from a Google API. BMJ Open 12, no. 9 (sept 1, 2022): e062178.

El resonar de un padecimiento. Origen del proyecto 

“Ellos (los carros) siempre entraban hasta acá, pero como destaparon estas calles, y usted ve que esto está bien feo, a veces me toca ir hasta abajo, y ellos me esperan allá. Pero cuando llueve esto (las calles) se pone muy resbaloso y ya no pueden entrar. Son una, dos, tres, casi cuatro cuadras las que me toca caminar”, cuenta Margarita Gómez, mujer de la tercera edad, cabello corto y habitante del barrio La Arboleda, en la comuna 18, al suroccidente de  Cali, a los integrantes del Laboratorio de Barrios Populares, PopuLab, creado en 2022 entre la Universidad del Valle y la Secretaría de Vivienda Social y Hábitat con el propósito de documentar las condiciones de vida de habitantes de zonas marginadas en la ciudad en las áreas de paz territorial urbana, mejoramiento integral del hábitat, movilidad y basura cero.  

Debido a las enfermedades crónicas que padece, Margarita debe ir a sesiones de hemodiálisis y tratamiento para el cáncer varios días de la semana en centros que implican viajes prolongados. Según cuenta, el transporte público no es una opción para ella, pues no está en condiciones de desplazarse trayectos largos y, como ilustra el documental de Populab, las malas condiciones de las vías y las áreas peatonales limitan las opciones de movilidad.  

Para transportarse, ella debe utilizar taxis. “Me transporto en taxi. Son 25 mil pesos diarios, ida y venida. Hay un señor que siempre nos transporta. Eso es, mejor dicho, horrible. Porque no le da a uno la capacidad (financiera). Muchas veces usted no tiene con qué y tiene que levantarlo como sea porque no puede faltar a una diálisis”, apunta en la entrevista grabada en 2022, en que estimaron que gasta el 90% de un salario mínimo mensual en el transporte.



Su situación, así como la de muchos pacientes de enfermedades crónicas que requieren servicios especializados en la ciudad de Cali, se traduce en una desmejora de la calidad de vida de sus familias, ya que en muchas ocasiones no cuentan con los medios económicos para pagar estos gastos, y los gastos indirectos también afectan a sus cuidadores. 

El proyecto AMORE ha sido un esfuerzo interdisciplinario liderado por el investigador Luis Gabriel Cuervo, miembro correspondiente de la Academia de Medicina de Colombia. Las publicaciones han contado con aportes de interesados locales y organizaciones como ProPacífico, usuarios de los servicios, funcionarios públicos, y expertos en disciplinas diversas que contribuyen desde España, Estados Unidos, Perú, Canadá y Colombia, a propósito de su doctorado en Metodología de la Investigación Biomédica y Salud Pública, que cuenta con la dirección del profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Civil y Geomática de la Universidad del Valle, Ciro Jaramillo Molina, y la codirección de la profesora e investigadora de la Facultad Nacional de Salud Pública de La Universidad de Antioquia, Eliana Martínez Herrera

Nacido bajo el nombre de AMORE (Análisis con Macrodatos para Orientar Resultados de Equidad), el proyecto ha publicado estudios de tres servicios que demuestran la utilidad de su novedosa metodología aplicada al análisis de servicios de urgencias de alta complejidad, hemodiálisis, y radioterapia. En esta ocasión, la International Journal for Equity in Health publicó los resultados enfocados en pacientes de radioterapia en la ciudad, lo que cierra un ciclo de investigación y abre las puertas a que tomadores de decisiones tengan herramientas con las cuales mejorar la equidad en materia de salud de estos pacientes, y que se desarrollen investigaciones complementarias construyendo sobre estas.


  

Modelo DSTAM aplicado a pacientes de radioterapia 

“Su iniciativa básicamente fue abordar la perspectiva de equidad en la prestación de los servicios prioritarios de salud en la ciudad de Cali. Particularmente establecer una relación o asociación con las características de movilidad urbana para que las personas accedan a esos equipamientos y servicios”, cuenta el investigador y profesor Ciro Jaramillo Molina.  

Según él, cada una de estas apuestas investigativas dentro del proyecto AMORE, además de enfocarse en un servicio diferente, reveló contrastes entre las zonas en la ciudad, los grupos poblacionales, y los niveles de congestión de tráfico, planteando posibilidades proactivas, encaminadas a disminuir las desigualdades evidenciadas por el proyecto. 

Como en sus dos anteriores estudios, el proyecto hizo uso de su plataforma web, utilizada para integrar las fuentes de información abierta al público e investigadores (como el censo poblacional del DANE, para el año 2018), que sirvieron de base para la comparación de las Zonas de Análisis de Tráfico (TAZ, por sus siglas en inglés), y la ubicación específica de los centroides poblacionales de la unidad espacial (el punto donde se concentra la población del área a analizar), de tal forma que se pudiera precisar los tiempos de transportes en horarios determinados, según la congestión en las calles o la distancia entre el lugar de residencia del paciente (en este caso de radioterapia) y los centros de atención que ofrecen estos servicios especializados en la ciudad de Cali. 

Para la ubicación de estos centros de servicios se utilizó el Registro Nacional de Prestadores Servicios de Salud de Colombia, encontrando los siguientes operadores a lo largo del corredor norte-sur de Cali: dos en el Centro Médico Imbanaco; cuatro en el occidente de la ciudad; y uno en el sur, en la Fundación Valle del Lilí. 

Estas evaluaciones, conocidas técnicamente como “mediciones dinámicas de accesibilidad espaciotemporal” (DSTAM, por sus siglas en inglés) se realizaron en dos momentos: 6 al 12 de julio y 23 y 29 de noviembre de 2020, por medio de la API de Google Distance Matrix, lo que le permitió al equipo investigador, apoyado por la compañía de analítica de datos iQuartil SAS, obtener los datos en tiempo real de los tiempos de viaje previsto para cada una de esas fechas.   

El uso del censo le permitió al equipo investigador poner el foco en la equidad, presentando las características demográficas de la población y socioeconómicas de las viviendas. Esto reveló contrastes entre grupos poblacionales, y cómo esto repercutía en su acceso a servicios de prestación para el caso de la radioterapia, como en el caso de la señora Margarita Gómez: el 49% de la población vive en viviendas de bajos ingresos, ubicadas en su mayoría en el este, noreste y las vertientes andinas occidentales de la ciudad, que enfrentan largos tiempos de traslado. 

Para el investigador y profesor de la Escuela de Ingeniería Civil y Geomática, Ciro Jaramillo Molina, esto supuso una oportunidad para enriquecer la investigación. Según él, cuando se refiere a equidad la literatura científica se habla desde dos perspectivas: equidad vertical y equidad horizontal. La segunda trata de cómo se comporta una zona de estudio analizada, en variables que no consideran las diferencias de las personas que pueden vivir en dichos lugares. En cambio, la equidad vertical permite observar esos factores diferenciales. “Cuando Luis Gabriel toma los microdatos del DANE y analiza todas las variables que son posibles de analizar dentro del proyecto, podemos ir más allá. Hablamos de género, etnicidad, factores socioeconómicos, estado civil, etc. Entonces eso nos permite establecer diferencias entre colectivos”, comenta. 

Mediciones de este tipo, que tomaron como referencia características demográficas de la población, enriquecieron el análisis realizado por el equipo AMORE, tal y como lo dice el investigador Luis Gabriel Cuervo: “Acá estamos mostrando con datos e imágenes que existen grandes desigualdades. Que las personas con menores recursos y mayor vulnerabilidad tienen que pagar más por acceder a los servicios. Esto, conocido como la ley del cuidado inverso, lleva a que las poblaciones en situación más vulnerable incurran en mayor gasto de bolsillo para acceder los servicios”. 

Los beneficios de la herramienta a la hora de visualizar posibles soluciones 

El análisis identificó independientemente dos ubicaciones donde nuevos servicios lograrían maximizar la accesibilidad en la ciudad, usando un umbral de 20 minutos de traslado en automóvil del domicilio a los centros de atención con menor tiempo de traslado. 

La simulación estableció que la accesibilidad puede aumentar de 30,8% al 61,6% (en la medición realizada en el mes de julio) y de 60,4% al 91,5% (en la medición del mes de noviembre) con estas dos ubicaciones adicionales. Es decir, que 702.618 residentes se adicionarían al rango de 20 minutos en horas de congestión vehicular. 

Los sitios que optimizan la accesibilidad estarían en los barrios La Alianza, al noreste, y Rodrigo Lara Bonilla, al sureste de Cali. Las predicciones hechas en el mes de noviembre apuntaron a ubicaciones vecinas a estas, en el barrio Los parques de Barranquilla, en el noroeste, y en Los Comuneros III, en el sureste, indicando que, pese a que hubo variaciones de tráfico, los sectores recomendados no variaron notablemente, pues los sectores identificados en julio y noviembre son contiguos, y dan una idea general de las áreas a considerar. 

Para el investigador y profesor Ciro Jaramillo Molina, esta clase de propuestas van encaminadas a dotar de evidencia a tomadores de decisiones en la región, quienes con base en dichos estudios puedan considerar el impacto que podría tener la instalación de nuevos servicios o la repotenciación de servicios existentes. “Si aparece un estudio como estos, en donde se puede soportar, desde un punto de vista técnico, que utilizando un equipamiento nuevo o repotenciando servicios existentes se genera un beneficio sustantivo, se pueden establecer los mecanismos de planeamiento para poderlo implementar. Eso me parece muy importante: no quedarse solo con el diagnóstico, sino también presentar propuestas prácticas”, comenta. 

Esta apuesta, según él, va encaminada a evaluar las problemáticas derivadas de la movilidad y vincularlas con la equidad desde una perspectiva más integral, de manera que la administración departamental se apropie de sus resultados y comience a hacer uso de esta metodología para los futuros planes de ordenamiento territorial que es espera se realicen en la ciudad de Cali en los próximos años. 

La ciudad: el impacto en lo social, lo político y lo académico 

“Hay un dicho que viene de países africanos que dice que, si uno quiere ir rápido, va solo, pero si quiere llegar lejos, va en grupo. Y eso ha sido fantástico, porque muchas de las soluciones provinieron de tener diversidad en el equipo y las personas informantes que provenían de disciplinas y sectores diversos, aportando diferentes miradas. Todo se ha logrado con base en el entusiasmo y compromiso por mejorar la equidad y accesibilidad en Cali. Este proyecto ha convocado en cuatro años medio centenar de personas voluntarias. Se hizo sin financiación externa. No recibimos becas ni incentivos económicos”, cuenta el investigador Luis Gabriel Cuervo, a propósito de la publicación de este tercer y último informe, que cierra el ciclo de investigaciones del proyecto AMORE, y deja el trabajo futuro para que entidades y ciudadanía encargada de elaborar las políticas en materia de movilidad y accesibilidad trabajen conjuntamente por una ciudad menos inequitativa, y abre una línea de investigación interdisciplinaria. 

Por su parte, el investigador y profesor Ciro Jaramillo Medina celebra que, como parte del trabajo y la apuesta del investigador Luis Gabriel Cuervo, actualmente se faciliten los vínculos entre diferentes sectores de la sociedad, más allá de la academia, para seguir contribuyendo con el trabajo en materia de movilidad. “Han aparecido unos colectivos científicos y académicos que trabajan el tema. Nos han invitado. Se ha generado un efecto dominó, una ola de nieve que es muy interesante”, comenta, sobre posibles colaboraciones en estudios en universidades a nivel internacional. 

En cuanto a la vida diaria en las calles, donde movilizarse para ser atendido como pacientes con una condición crónica sigue representando un inmenso desafío, las voces se unen a los resultados de este estudio, como una manera de alentar el cambio que requieren, de cara a mejorar sus condiciones de vida. Este es el caso de Justiniano Arias, un hombre de tez mestiza y movilidad reducida en sus miembros inferiores.  

Justiniano vive en el barrio Pampas del Mirador, también en la comuna 18 de la ciudad de Cali, y les cuenta a los integrantes del PopuLab que, debido a su condición, siempre requiere de la ayuda de alguien para transportarse por las calles de su barrio, empujando de su silla de ruedas, pues no son pocos los lugares en donde es muy difícil el tránsito, debido al mal estado de las vías. Además, algunas de las calles son bastante empinadas, lo que le impide subirlas. Los carros no son siempre una solución: en muchas ocasiones, al ver su estado, prefieren no parar, o no cuentan con el espacio para cargar la silla de ruedas. Transportarse requiere de él, al igual que de Margarita Gómez, una cantidad significativa de sus ingresos. 

“Tiene que mejorar al 100% (el servicio de transportes), así como lo mejoran en la ciudad de Cali (la parte metropolitana, donde por lo demás está concentrada la mayoría de los servicios de salud para pacientes dependientes de hemodiálisis y radioterapia, así como servicios de urgencias). Porque es que esto es otra cara de la ciudad de Cali, donde nosotros nos vemos a diario enfrentados a estas barreras, que por no ser personas con discapacidad no le dan importancia”, dice cuando le preguntan qué le diría a la administración pública. 

El trabajo realizado por el equipo interdisciplinar liderado por el investigador Luis Gabriel Cuervo y profesores de la Universidad del Valle es, en este sentido, una oportunidad para pensar una ciudad que se plantee alternativas en procura de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, sin importar el lugar donde residan o los recursos con los que cuenten. 

Si le interesa contactar al estudiante de doctorado o conocer más sobre la investigación, escriba a la Oficina de Comunicaciones Facultad de Ingeniería: comunicaingenieria@correounivalle.edu.co.

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